Eramos
completamente diferentes, tal como el agua y el aceite; era verdad que
el agua y el aceite chocan entre sí pero nunca llegan a juntarse.
Era normal escuchar la misma discusión que había entre los dos, mientras el decía un profundo "NO" yo decía un afirmativo "SI" y claro siempre era la misma rutina que se daba. Después cada uno tenia su vida y se olvidaba que existían el uno y el otro, simplemente aquella cosa - si es que así se le pudiera llamar, nada nos unía - solo aquel acto de rebeldía que llegábamos hacer en el momento de nuestras contradicciones.
Y tenia la seguridad de que solo seriamos compañeros de rivalidades.
Era normal escuchar la misma discusión que había entre los dos, mientras el decía un profundo "NO" yo decía un afirmativo "SI" y claro siempre era la misma rutina que se daba. Después cada uno tenia su vida y se olvidaba que existían el uno y el otro, simplemente aquella cosa - si es que así se le pudiera llamar, nada nos unía - solo aquel acto de rebeldía que llegábamos hacer en el momento de nuestras contradicciones.
Y tenia la seguridad de que solo seriamos compañeros de rivalidades.
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